"La aventura de ser Docente"

Al realizar la lectura “La aventura de ser maestro”, fue como volver a revivir el primer año como docente, los nervios del primer día frente a grupo, aprender a hacer una planeación, conocer las actividades de enseñanza y las estrategias de aprendizaje, como elaborar un examen, los tipos de pruebas, la forma de evaluación, todo era nuevo para mí. Alguna vez escuche decir que si no tienes trabajo en el área en la que te especializaste puedes ser profesor de manera temporal, como si dicha profesión no requiriera de cierta preparación para ser desarrollada, los que nos dedicamos a la docencia y solo nosotros conocemos todo lo que implica ser profesor, pues nuestra labor no solo es en la escuela implica horas de trabajo extraordinario fuera de ella, incluso sacrificar parte de nuestra vida personal para sacar adelante nuestras actividades escolares. A pesar de no contar con una formación dirigida propiamente a la educación como es mi caso, puedo decir, que siempre tuve la inquietud de ejercer la docencia a nivel medio superior y superior, por esa razón, es que a pesar de todas las adversidades que vivimos al iniciar el magisterio, son más las satisfacciones que vamos cosechando a lo largo de nuestra carrera docente que hacen que valga la pena vivir cada uno de los tropiezos de nuestra profesión. Pues que mejor recompensa que saber que fuimos influencia en algunos de nuestros alumnos para elegir estudiar determinada carrera, parafraseando al autor poco a poco vamos formando una identidad profesional que nos distingue de los demás compañeros y que afortunadamente esa imagen que proyectamos en ellos los motiva a tratar de imitarnos, tal y como en alguna ocasión nosotros lo hicimos con algún profesor.
Claro que aprender a ser un buen docente no es nada fácil, requiere de años de práctica, de esfuerzos particulares y de grupo, de sentirnos orgullosos de nuestra profesión y de la contribución que damos a la sociedad al egresar nuestros alumnos.